28 de diciembre de 2009




Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo, y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo,
por demostrar fortaleza
y queda en la garganta, apretada en el corazón comprimiéndolo todo.

Es tan profunda que no sabemos con certeza de dónde nace, ni si podrá morir alguna vez. A veces una lágrima cicatriza una herida,
lava una pena
y ablanda el corazón.Una lágrima es un recuerdo, una angustia,
una desesperación,
un interrogante. Una lágrima puede ser a veces el comienzo del perdón,
la primera luz de la rectificación,
que hace estrechar
una mano. Una lágrima puede ser rebeldía o arrepentimiento.
Odio.
Amor, luz o sombra. Una lágrima puede ser el sueño desvanecido,
que rozó nuestros párpados o el amor perdido que aun está dulce, húmedo. Una lágrima es a veces la gota mágica que hace
cambiar por dentro, cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido,
o en la intimidad de la amistad la lágrima une, estrecha, funde.

La lágrima transforma, enseña,
disuelve los rencores,
las espinas, las malas yerbas que van creciendo e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse.
La lágrima descubre,
el que ignora los motivos por los que las derraman, no te conoce
..!! Dichosos los que saben llorar!!!



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